La obra del mes del Museo Diocesano

La Impresión de las llagas de san Francisco es la obra elegida por el Museo Diocesano para este mes de marzo.

Se trata de una obra del s. XVII que nos muestra al santo arrodillado con los brazos abiertos y la mirada dirigida hacia lo alto recibiendo los estigmas que van a marcar las llagas sobre el cuerpo de san Francisco. El autor es Mateo Cerezo

Descripción iconográfica de la obra

San Francisco de Asís (Giovanni di Pietro Bernardone; Asís, actual Italia, 1182 - id., 1226) hijo de un rico mercader, pasó de vivir en una familia acomodada a someterse a la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. Religioso y místico italiano, fundador de la orden franciscana. Es conocido también como il poverello d'Assisi el pobrecillo de Asís, en italiano.
 
Sus sufrimientos no afectaron su profundo amor a Dios y a la Creación. Hacia 1225, compuso el maravilloso poema Cántico de las criaturas o Cántico del hermano sol, que influyó en buena parte de la poesía mística española posterior. San Francisco de Asís falleció el 3 de octubre de 1226. En 1228, apenas dos años después, fue canonizado por el papa Gregorio IX, que colocó la primera piedra de la iglesia de Asís dedicada al santo. La festividad de San Francisco de Asís se celebra el 4 de octubre. El amor hacia los animales, como criaturas de Dios fue el motivo por el que es elegido patrón de los veterinarios; también es el patrono de los forestales y, en 1980 el papa Juan Pablo II le proclamó patrón de los ecologistas. Sus emblemas son el lobo, el cordero, los peces, los pájaros y los estigmas.
 
La obra

La obra que contemplamos nos muestra al santo arrodillado con los brazos abiertos y la mirada dirigida hacia lo alto recibiendo los estigmas que van a marcar las llagas sobre el cuerpo de San Francisco; los estigmas, según testimonio del mismo santo, ello ocurrió en septiembre de 1224, tras un largo periodo de ayuno y oración, en un peñasco junto a los ríos Tíber y Arno.

Destaca, el hábito, de notable precisión y calidades espléndidas; las manos, con un contorno diseñado con una línea de color rojizo confiere volumen; o el paisaje de pinceladas largas y fluidas, influencia de su maestro Carreño de Miranda y un cielo de agradables tonos azules.

Este lienzo de excepcional calidad original de Mateo Cerezo, siglo XVII (avanzado), propiedad del Obispado de Ciudad Real, es probablemente una réplica del conservado en el Hospital de la Venerables Orden Tercera.

El autor

Mateo Cerezo (Burgos, 19 de abril de 1637) Es integrante de la tercera generación de pintores madrileños del Barroco. Cerezo murió a los 40 años (tan sólo 15 años de actividad profesional), por lo cual su obra es muy escasa.

Los temas que trató Mateo Cerezo fueron religiosos y bodegones, habiendo sido discípulo del gran Carreño de Miranda. Su estilo fue el del típico Barroco Madrileño, influido por el tenebrismo y orientado a abastecer la ingente demanda que creaba en Madrid el hecho de ser Corte real y sede de las principales Órdenes religiosas.
 
Mensaje

“Dios creó a todas las criaturas con amor y bondad, grandes, pequeñas, con forma humana o animal todos son hijos del Padre y fue tan perfecto en su creación que dio a cada uno su propio entorno y a sus animales un hogar lleno de arroyos, árboles y prados hermosos como el propio paraíso”. San Francisco de Asís  “ Cántico de las criaturas (llamado también Laudes creaturarum o Cántico del hermano Sol”